En Instantes Lúcidos he querido remover mi propio álbum familiar y rescatar de él imágenes que me evocaban algunos de los recuerdos más importantes de mi vida. Con ellos doy rienda suelta a la imaginación y me tomo la libertad de rellenar partes de mi misma que estaban desvanecidas por el tiempo.
Las fotografías comparten con mi memoria la ardua tarea de recordar, son mi tesoro, sin ellas cojeo. Valiosos objetos que cobijo en cajas para que ni una mota de polvo las perturbe. Pero no me apetece dejarlas tranquilas les obligo a dialogar con el ahora para que cobren su total significado. Pequeños cubículos donde se escuchan conversaciones susurradas, diálogos escritos entre líneas y entre dos tiempos. Antiguas fotografías convertidas en gasas manchadas a través de las cuales se intuyen realidades más sólidas.
Es el espectador quien según sus apetencias podrá encender o apagar estas cajas de luz escogiendo así viajar entre la penumbra con mis recuerdos o bien sacar a la luz las imágenes actuales, que por otro lado forman ya parte de un pasado próximo.
Modelo expositivo